miércoles, 30 de agosto de 2017

EL CUARTO DE LOS TRASTES


Esto de escribir sin pensar es lo mío, ni siquiera puedo decir que cerraré los ojos para inspirarme porque cuando lo hago simplemente recuerdo. Y aunque de recuerdos están hechas mis letras y mi vida, hay momentos en los que simplemente prefiero no volver a revivirlos.
Hay cosas tan dolorosas que se esconden en la mente que resulta mas fácil encerrarlas en el cuarto de los trastes y ahí dejarlas morir. Y de repente el día menos pensado aparece un estimulo que te lleva ir a ese cuarto olvidado y esculcar entre lo que guardaste ahí, desenpolvar las reminicensias de los buenos días y de los malos, y terminar dándose cuenta que hay cosas y personas que no se olvidan, simplemente se ponen en espera. 

Las razones por las que terminan allí ya no importan, han pasado tantos años, sufrimientos, alegrías y desamores que hacen que ya los motivos no pesen. y es en ese instante en que ves que en ese cuarto lleno de cositas está guardado tu corazón, esperando el día que vuelvas a desempolvarlo y volverlo a usar.

Ratch Kendel

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