sábado, 16 de septiembre de 2017

SIN ROSTRO

Esta carta es para ti, el que aún no tiene rostro, la persona que no sé sí llegará o ya llegó. Quería a través de estas sencillas palabras que sepas que soy un cúmulo de características bellas acompañadas de defectos impunes. En mi balanza habitan las virtudes y los desaciertos, y juntas han hecho de mi lo que hoy ves. 
En un septiembre para mi sombrío descubrí que el amor es el sentimiento más hermoso que pude llegar a sentir, en su momento lo viví con intensidad y no me arrepiento de lo que en su nombre he hecho porque valió la pena haberlo sentido golpearme con toda su fuerza, hay mucha gente que muere y nunca pudo amar de verdad. También descubrí lo amargo que es perderlo mientras tratas de aferrarte a los últimos rescoldos de su existencia, porque es tan dulce, tan bello, tan reconfortante que no quieres dejarlo ir.
Amé con locura y por ello sé que cuando te encuentre lo haré igual. Soy capaz de entregar mis besos sin reservas, puedo darte todos los abrazos que necesites y los que no también, ire por ti a donde sea necesario solo por verte sonreír, secare tus lágrimas si la situación así lo precisa, te daré la pasión que esperas y un poco más.
Peleare las batallas que la vida te imponga si me invitas a tu campaña, blandire mis armas para defender tu causa y nuestro amor también. Te amaré con la locura de mis veinte años y la cautela de la experiencia.
Tengo un montón de noches reservadas para ti y tu cuerpo. Llevo mucho tiempo guardando el lugar que deberías ocupar en mi cama para que cuando llegues este listo para ti. En este tiempo de espera he creído verte, pero hoy se que en esas ocasiones me equivoque, sin saber a ciencia cierta como es tu rostro es difícil identificarte. Siempre que creí encontrarte me estrellé con personas que decían ser tu, pero al fin no eran más que impostores.
Te amo aún sin saber quién eres, tampoco que defectos tendrás, supongo que los justos para encajar con los míos y equilibrar mis virtudes. Amaré tu sonrisa a pesar de no poder ver en este momento como luce, pero cuando la vea, la grabaré en mi mente para verla cada que cierre los ojos cuando no estés a mi lado.
Mis dedos memorizaran todas tus superficies y mi piel tu tacto, para volver a sentirte cuando no estés a mi lado. Guardaré en mi mente tus sonidos, desde el de tu risa hasta el de la culminación de tu climax, para escucharlos cuando el silencio queme mis oídos.
Te amaré con mi mente, con mi razón, con mi pasión, con mi olfato. te llevaré cada día presente aunque las circunstancias nos separen.
Te amaré como lo hago ahora aunque aún no tengas rostro ni sepa como sabes.

Ratch Kendel


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