Tengo una propuesta para esos dedos inquietos que escriben sin parar,
ven y dibuja sobre mi piel,
traza lineas suaves de placer,
dibuja mis curvas,
colorea mis cicatrices con tu pincel.
ven y dibuja sobre mi piel,
traza lineas suaves de placer,
dibuja mis curvas,
colorea mis cicatrices con tu pincel.
Y para que tu boca no se sienta rechazada, la invito a beber de mi boca también,
a borrar lo que escribes con besos,
traela a saborear lo prohibido mientras susurra en mi oído.
Y cuando las palabras sobren y la tinta se acabe que vengas el roce de tu piel tibia,
que llegué la cercanía de tu cuerpo y encierre entre dos cuerpos lo incontenible.
a borrar lo que escribes con besos,
traela a saborear lo prohibido mientras susurra en mi oído.
Y cuando las palabras sobren y la tinta se acabe que vengas el roce de tu piel tibia,
que llegué la cercanía de tu cuerpo y encierre entre dos cuerpos lo incontenible.
Traete de paso los suspiros contenidos,
represados por el tiempo y rompe la barrera del deseo,
deja que fluyan las ganas en esta fuente de caricias pendientes.
represados por el tiempo y rompe la barrera del deseo,
deja que fluyan las ganas en esta fuente de caricias pendientes.
Y en medio del desenfreno del tacto abrele la puerta a tu alma para que tome la mía,
y así puedan bailar juntas en la danza de dos cuerpos que se necesitan y a la distancia se llaman,
y así puedan bailar juntas en la danza de dos cuerpos que se necesitan y a la distancia se llaman,
Ratch Kendel
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