Gracias a Magdalia Infiel por otorgarme el premio del tacto del pecado y su trastienda, se que me he demorado mucho en responderte pero el tiempo corre en mi contra a diario. Me encanta tu blog La trastienda del pecado es apasionado, tentador y sobre todo incita a pecar un poco. Y como a ti baltasár te inspiró, mi rey mago particular me trajo esto:
Amo los días brillantes en los que mi inspiración vuela libre de obstáculos y llega hasta ti. Imagino tus ojos claros, fijos en el horizonte y el porvenir, cómo brillan con la luz del día, pero brillan más cuando me miran a mi. Esos ojos desnudan mi alma y mi corazón, con una mirada te adentras en mi vida y me llenas de existir.
Entonces reparo en tus labios, y los míos se abren sin querer, el magnetismo surte su efecto, se atraen, se unen. Comulgó contigo en un beso denso, cargado de lujuria y pasión. Recuerdo tu boca caliente y tu lengua locuaz, y la siento acariciandome a veces con prisa, a veces sin afán.
Emana calor de tu cuerpo y humedad de tu piel, te derrites a medida que mis manos te tocan, se deshace todo tu ser. Sientes como tiemblo? Pues tu tiemblas también y poco a poco la pasión nos consume y sin percatarnos ya estamos desnudos otra vez.
Mientras mis manos descienden por tu espalda, tu deseo asciende por mi piel, sentir de nuevo tu euforia me catapulta al placer. Interiorizas en mi vida y en mi ser, y acometes con dureza, desenfreno y con ardor. Me empujas cada vez más duro, cada vez más alto, cada vez más lejos, y cuando creo que me has empujado a mil universos de aquí, siento tu mano en mi pelo, tu cuerpo acariciando mi piel, tus dientes en mi cuello, y pierdo la noción del tiempo, el lugar o la ocasión.
Caemos juntos en el abismo y cuando tocamos fondo abro los ojos y ya no estas ahí.
Ratch Kendel
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