domingo, 22 de octubre de 2017

EBRIA

 Esto es lo que nunca he hecho, escribir en medio de la borrachera. Y resulta ser tan estimulante como cuando estoy completamente sobría, que es como estan escritas todas mis letras a excepción de estas. La idea y la locura probablemente me vengan a causa del alcohol, y sí a eso le sumamos la musica y una buena charla pues probablemente entenderás.
A estas horas ya no puedo contar que tanto tomé, sólo sé que a está hora ya se me están acabando hasta las reservas, mala vaina porque quiero seguir bebiendo y sí se me acaban los tragos seguiré con el agua del florero y despues la del acuario.
A pesar de lo altamente placentero que me resulta plasmar en letras lo que siento, sí es absolutamente díficil escribir en este estado, me ha tocado borrar muchas palabras y volverlas a escribir porque es como si mis dedos escribieran lo que les place, además de volver a leer mil veces lo que he escrito porque espero no decir más de lo necesario ni dar la impresión equivocada. 
Me he comido tantas letras en este corto escrito que voy a amanecer con una resaca monumental y como con tres kilos de más. Mientras escribo esto no puedo para de reir, no doy pie con bola, y para escribir la frase anterior he tenido que borrar y leer varias veces porque no sé ni lo que mis manos mandan.
Espero que cuando lo leas no esté mal escrito, y si me faltan tildes, perdoname por favor: no he sido yo, ha sido el alcohol... En este punto ya hasta el diccionario se me perdio. No tengo la mas remota idea de donde van los acentos y la fonetica se fue por donde vino y ni cuenta me dí.
Así que mejor paro aquí porque no tengo una sola idea coherente ni del mundo ni de mi misma, sólo sé que estoy sola bebiendome lo que se me atraviese y trantando de escribir entre letras que me bailan en la mente y que intentan cobrar sentido en la cabeza.
Espero que en la mañana además de la resaca que traen las copas de más, no venga tambien el guayabo lterario.

Ratch Kendel


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