Los pensamientos humanos son como el arte: subjetivos, cada quien nos lee e interpreta de acuerdo a su óptica, su percepción e incluso sus deseos.
Y uno diría como puede clasificarse de acuerdo a un concepto personal, pero así somos; vivimos haciendo conjeturas de lo que creemos, y concedemos a cada persona un perfil que la mayoría de las veces no cuadra. Sin embargo pocos son los que deciden pasar por encima de los preconceptos creados, en ocasiones por uno mismo y en otras influenciados por los demás.
Y como no puede ser de otra manera, caí en los prejuicios de los demás y en los míos, y ahora lloro la carencia de comprensión, la ausencia de alguien que escuche sinceramente y me permita desnudar el alma sin miedo a ser juzgada, sin temor a exponer mi corazón, sin que mis letras sean malinterpretadas.
Ratch Kendel