jueves, 16 de octubre de 2014

PARA MI ÁNGEL…

Esto es para ti: mi ángel. Esta mañana volví a ver ¿conoces a Joe Black?, ¿la has visto? Me encanta esa película ¿y sabes porque?, porque me recuerda lo nuestro, me acuerdo de ti, una historia de amor casi imposible.
Me hace pensar en lo infinito que es el mundo y la existencia, y en lo poco que a nosotros –los seres humanos- se nos permite ver. Me pregunto ¿Cuántas de esas historias que a veces leo en los libros y parecen fantasías e imaginación del autor pueden ser ciertas?
A pesar de los pesares, nuestra historia fue real. Quiero que sepas que muchas de las cosas que siento y también mucho de lo que escribo en este blog es por y para ti, porque aun conservo la esperanza de que en algún momento las leas, porque son mi declaración de amor. 
Te amo con intensidad e ilusión y  te deseo con cada poro de mi ser. 
Por favor encuentrame, espérame, búscame, ámame... no dejes de hacerlo. Encontrarnos de nuevo en esta vida sería grandioso, pero si no es posible que eso suceda ahora, encontrémonos en el tiempo.
Mi ángel de la soledad, te ame desde el momento en que te conocí en esa vieja cafetería, tu voz me cautivó y desde ahí me ataste a tu alma. Cierro los ojos y aun te escucho, puedo verte. Siento tu amor y eso me hace inmensamente feliz, porque es una forma de tenerte conmigo aunque no estés aquí.
Espero volver a besar tus labios una vez mas, y decirte que nunca te he dejado de amar, que lamento no haber sido mas fuerte para esperarte, que no importa lo que sucedió, que ahora te perdonaría de nuevo una y mil veces si fuese necesario. Te diría que no devolvería el tiempo, ni cambiaría nada, porque la distancia me hizo ver lo que es el amor verdadero, que en este tiempo lejos de ti, he valorado todas y cada una de tus palabras, te he entendido a plenitud cuando decías que la verdadera felicidad era aprender a vivir con lo que se tiene y lo que no. Solo te refutare una cosa, y es que aunque un día dijiste que todo son sombras y arena, tu nunca lo fuiste para mi, porque aunque la luz o el sol se vayan de mi vida, tu sigues ahí como una sombra mágica, y aunque la arena se escapa entre los dedos como el agua, tu nunca te has ido de mi. 

Amándote eternamente
Ratch Kendel




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