Quisiera decir que hoy destilo amor pero no es verdad: hoy destilo veneno, del mas puro y letal. No me interesa arrastrar con el que se me pase por el camino, deseo la muerte lenta y agonica de los sentimientos guardados para ti y otros tantos.
Siento como la ponzoña recorre mi alma, arrancando a pedazos la poca humanidad que me queda guardada, mi corazón expira poco a poco, y se convierte en una fuente inagotable de desprecio e ironia.
Ya no hay sonrisas, solo sarcasmos, la filantropia se fue a la basura junto a las ganas de compadecer al mundo...
Riego ante el mundo entero mi mala leche y las ganas incontenibles de gritar se desbordan, ya nadie puede contenerme, nisiquiera tu. Soy mi propio apocalipsis en desarrollo...
Ratch Kendel